Según han informado diversos medios de comunicación, ha fallecido hoy en Madrid el primer y, por el momento, único paciente de ébola en España y en Europa. Dado el peligro que supone la manipulación del cuerpo del fallecido, se han extremado las medidas se seguridad para su traslado e incineración, y no se ha realizado ninguna autopsia, tal y como establecen los
protocolos del Ministerio de Sanidad.
Aunque otra persona evacuada desde Liberia permanece ingresada en el mismo hospital, ninguna prueba realizada hasta el momento ha podido demostrar que se encuentre afectada por el virus.
Una vez que el último (en este caso, el único) caso de una enfermedad es dado de alta o fallece, la Organización Mundial de la Salud establece que han de transcurrir dos períodos máximos de incubación antes de declarar el territorio como libre del virus, estando seguros de que ningún miembro del personal especializado ha contraído la enfermedad durante el tratamiento. Dado que la incubación del ébola dura entre 2 y 21 días, el día 23 de septiembre se cumplirán dos períodos máximos de incubación, y se descartará la posibilidad de que cualquier caso futuro esté relacionado con el tratamiento del paciente repatriado desde África occidental.
Este prolongado plazo se debe parcialmente a que, una vez muerto el paciente, existe un plazo durante el cual los materiales que han entrado en contacto con él pueden resultar contagiosos, y siempre cabe la posibilidad de un error en el proceso de desinfección. También se tiene en cuenta un cierto margen de error por la posibilidad de un tiempo excepcional de incubación, aunque nunca se haya registrado anteriormente.
